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LA PRISION PROVISIONAL "ES PEOR" QUE UNA CONDENA
Barcelona, 25 de octubre (Télam, especial).- Tras casi 9 meses de prisión provisional, Juan Pintos vive diariamente con el dolor que le produce la incertidumbre de no saber cuánto durará su cautiverio en España.
"Puedo estar hasta cuatro años en prisión preventiva, y eso es peor que estar condenado", afirmó Juan a Télam durante una entrevista en la cárcel de menores de Barcelona conocida como la "Trinidad".
"Fue un cambio radical, una noche salís con tus amigos y cuando te despertas estás herido y te acusan que haber querido matar a un policía", contó el joven del barrio de Caballito, que tiene tan solo 23 años.
La traumática experiencia de Juan comenzó el pasado 4 de febrero, cuando fue detenido por la guardia urbana de Barcelona, en relación con unos incidentes ocurridos en la puerta de una fiesta ilegal y en los que resultó herido un agente de ese cuerpo.
Al ser detenido y durante su permanencia en la comisaría, Juan fue golpeado fuertemente por la guardia urbana, e incluso tuvo que ser llevado a un hospital para ser atendido por las heridas que le provocaron en un ojo y una mano.
Su abogada cursó una denuncia por "torturas" contra los agentes que lo agredieron, justamente los únicos testigos que lo implican en la agresión al guardia urbano que quedó en coma por los incidentes, pero la jueza que lleva el caso, Carmen García Martínez, decidió que llevaría esa cuestión por separado. Ahora, juntar ambos casos llevaría a que el juicio se dilate dos años.
Cuando ingresó a prisión, Juan llevaba el peor estigma, el de "haber agredido a un policía", pero poco a poco fue ganándose el respeto de los funcionarios de prisiones, intentando alejarse de los problemas.
"Intento aprovechar el tiempo estudiando -griego, latín y sociología- y evito meterme en problemas, a pesar de que veo que los funcionarios son muchas veces injustos y se meten con el más débil", explicó Juan.
"Al principio fue muy duro, pero después te acostumbras, aunque eso me da mucha bronca, porque no quiero que la cárcel se convierta en mi casa", dijo el joven argentino.
"Lo que más me ayuda es saber que no estoy solo, que la gente se está movilizando ahí afuera, gente que no me conoce y considera que esta situación es injusta, eso me da mucha fuerza", aseguró Juan visiblemente emocionado.
La música y los libros son su principal compañía, entre ellos "Brota la vida" y "Desde la galería de la muerte", de Mumia Abu Jamal, un periodista afroamericano, figura emblemática de la lucha contra la injusticia y el racismo institucional, que tras un juicio confabulado fue condenado a muerte en 1981.
"La historia de Mumia Abu Jamal tiene muchos puntos en común con la nuestra, porque se trata de un montaje político-judicial con el objetivo de criminalizar un movimiento social", afirma Juan.
Sin fecha cierta de juicio, Juan dijo que lucha cada día por no perder el equilibrio mental que necesita para no desesperarse ante tremenda injusticia y el horizonte negro que se avecina.
Desde febrero, las autoridades y también la jueza de instrucción, a través de juicios de valor, están vinculando todo acto reivindicativo donde se producen disturbios en Barcelona con los "presos del 4F", como se conoce el caso por el que está detenido Juan en España. (Télam)
10.25.2006
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