Agencia EFE - 3 de octubre de 2006 -

Defensas recurren auto de procesamiento creen lleno de prejuicios

Las defensas de los tres jóvenes acusados de haber dejado en coma a un guardia urbano a las puertas de una fiesta ilegal de Barcelona han pedido hoy la revocación del auto de procesamiento, por considerar que está plagado de 'prejuicios' por el origen y la estética okupa de los procesados.

En la sección octava de la Audiencia de Barcelona se ha celebrado hoy la vista por el recurso de apelación contra el auto de procesamiento, en el que la titular del juzgado de instrucción número 18 de Barcelona imputa a los procesados dos delitos de atentado y lesiones.

Los tres jóvenes, Rodrigo L., Alex C. y Juan P., fueron detenidos el pasado 4 de febrero acusados de haber lanzado pedradas contra la Guardia Urbana, lo que dejó en coma a uno de los agentes, a las puertas de una fiesta ilegal organizada en un edificio ocupado de la calle Sant Pere Més Baix de Barcelona.

Las defensas de los procesados han mantenido hoy que el auto está animado por 'verdaderos prejuicios' contra los procesados, por su estética okupa y su origen, argentino y chileno, y que no existe prueba alguna que los incrimine, más allá de las declaraciones de los guardias urbanos que acompañaban al que resultó herido grave.

El mismo auto, ha señalado hoy el letrado Francesc Arnau, contiene referencias a que los jóvenes integraban un grupo de aspecto okupa, lo que demuestra que la juez 'tiene prejuicios dados por el contexto social que ha rodeado el tema'.

Los abogados reclaman a la Audiencia que permita declarar a tres testigos, amigos de los procesados y a los que el juez instructor ha rechazado, porque podrían exculpar a los detenidos y también exigen que se tengan en cuenta los informes periciales encargados por las defensas.

Por su parte, la fiscal ha defendido que el auto es ajustado a derecho, por existir suficientes indicios de criminalidad, y que de las declaraciones de los agentes atacados 'se deduce taxativamente la autoría' de la agresión.'Cada agente ha contado lo que ha visto. ¿Es eso contradicción?', ha apuntado la fiscal, tras destacar la 'absoluta sinceridad' que, a su entender, se desprende de las declaraciones de los guardias urbanos.

El ministerio público, a cuyos argumentos se han sumado la acusación particular que ejerce la familia de la víctima y el Ayuntamiento de Barcelona, ha pedido al tribunal que los procesados sigan encarcelados, dado que desde que se decidió su ingreso en prisión no ha sucedido 'nada nuevo' que motive su excarcelación.